en una espiral hacia ninguna parte

...When you get what you want but not what you need...

Ya en diciembre, se acerca la puñetera navidad, ese periodo del año que tanto he amado y esperado como una niña pequeña, poner el arbolito, estar con la familia, esquiar en nochebuena...y este año no se por qué me pesa, me pesa su llegada hasta el punto de ponerme triste, como si ya no tuviera sentido, como si fuera una red que me atrapa, cuando lo único que quiero es volar lejos...
Hago balance de mis últimos tres meses de vida, y contemplo con gran pesar, que la Macarena de septiembre y octubre, esa energía con patas, y alegría a todas horas, la imparable, la insaciable, la loca en general... se ha convertido en nada más y nada menos que en NADA... no he llegado a nada...ni conseguido nada...
Me doy cuenta de que he cometido el grave error de entrar en una rutina en forma de espiral, una rutina que aspira a la improvisación y lo imprevisto, cuando en verdad, es obvia y previsible como la que más... una rutina que a los ojos de cualquiera causa pavor y envidia, pero que dentro de ella, se ve como vacía, estúpida y sin sentido...
Estoy en un punto, en el que paro, vuelo o me hundo...las tres posibilidades son tan buenas como malas. Si me paro y reflexiono, me voy dando cuenta de lo que me he convertido, en una persona autodestructiva, no autocontrolable, que paso que da error que comete...
También puedo volar, pero dónde, cómo, por qué...y luego que no todo el mundo entiende mi afán de ir más lejos cada vez, y que eso no tiene nada que ver con a quien quiero o dejo de querer, si no con buscar un sitio donde hallar la paz...
Y por último hundirme, que no suena del todo mal, puesto que cuando toque fondo solo quedará subir, pero me da pánico el pensar que el momento de tocar fondo esté todavía muy lejos, y desperdicie todo el tiempo que me queda en llegar a él...
Así que llego a la conclusión de que no hay conclusión, de que la negatividad y el pesimismo máximo se han apoderado de mi, apagando mi energía y mi aura mágica... o tal vez he dejado que éstos se apaguen y entonces es cuando han podido apoderarse de mí...no sé que fué antes si el huevo y la gallina...la cuestión es que ahora mismo la espiral me marea, me da vértigo, y por una parte sé que puedo salir si quiero, pero hay algo, una pereza enorme de enfrentarme a tanto y tantos que me lo impide...
Será el invierno como dice un buen amigo mío, o será un ciclo como cómodamente me gusta pensar...Pero sé lo que toca...ahora toca descubrir los verdaderos objetivos que me guiarán y sacarán de la espiral, y espero que con el cariño y apoyo de los que me rodean sea menos arduo e insoportable a como se plantea de inicio.
...a veces la mejor cura es el abrazo de la persona correcta...